LA REHABILITACIÓN 
En el año 2005 el arquitecto Antonio Pena Rey presenta, previo encargo realizado por el Ayuntamiento de Santiago de Compostela, un proyecto de rehabilitación y ampliación de la antigua estación de ferrocarriles de Cornes para convertirla en Casa das Asociacións. En este momento (año 2005) y según se recoge en el dossier del proyecto de ejecución para dicha intervención, el edificio estaba ocupado por siete viviendas, cuatro en la planta baja y tres en la primera, viviendas que por otra parte se encontraban en muy distinto estado de conservación. A su vez se califica de malo el estado de los forjados de hormigón y del entramado de madera que conformaban la estructura horizontal así como la cubierta de madera, amén de la estructura de la cubierta de teja a dos aguas que cubría el cuerpo central del edificio.
Dentro de las necesidades qu
e se le exigía cumplir al antiguo edificio ferroviario figuraban entre otras las siguientes: espacios comunes para archivos de las asociaciones, con zonas de trabajo y de reunión; almacén de fondo de recursos del departamento de Relaciones Vecinales; dos salas de reunión para pequeños cursos; sala de de mayor tamaño para servir como salón de actos; biblioteca con hasta veinte puestos de trabajo, dos despachos con sala de reunión común; espacios destinados a conserjería, aseos y cuartos de instalaciones... Todo ello respondía a la configuración de un edificio multiusos puesto al servicio de las diferentes asociaciones de la ciudad. Importante es la condición que se establece de que la historia del inmueble y su situación en el barrio de Conxo quedasen reflejados en el edificio rehabilitado, actuando éste como nexo de unión entre pasado y presente.
En su proyecto Antonio Pena Rey plantea una renovación in
tegral del edificio, manteniendo no obstante el carácter de la vieja estación como edificio público abierto. En líneas generales el arquitecto trata de conservar la volumetría del edificio, con un cuerpo principal en la parte central y dos simétricos en sus laterales. Ya desde un primer momento se contempla la conservación de las fachadas originales del volumen central. Por otra parte dicho volumen quedaría cerrado ahora por medio de una cubierta abovedada en una doble referencia a la arquitectura preindustrial y a los antiguos vagones de ferrocarril. En cuanto a los cuerpos laterales estarían construidos en hormigón blanco. Serían estos últimos de nueva construcción, como también lo sería una chimenea-luminaria planteada como hito que señala el emplazamiento del edificio. Hay que decir en este punto que en este proyecto fechado a finales de 2005 ya se recoge el vaciado interior del edificio alegando que “la estructura actual no se encuentra en buen estado y no se adapta a las nuevas necesidades y usos previstos en el edificio”. Al mismo tiempo también se propone la demolición de los cuerpos laterales originales. Es muy interesante al r
especto de las demoliciones la aclaración que el propio Pena Rey hace en el mismo proyecto de ejecución y que dice así: “Para la realización del proyecto de ejecución (…) no fue posible necesario (así se recoge) realizar catas en muros y forjados con el objeto de definir el proyecto de demoliciones interiores del edificio (…) Este proyecto define las demoliciones a partir de una visita con inspección visual”. El vaciado permitiría el disponer de una estructura diáfana, estructura por otra parte en la que el hormigón tendría un protagonismo fundamental a través sobre todo de las cajas previstas para contener las escaleras y el ascensor. Esta estructura, que no tendría contacto con los muros conservados del edificio original, saldría hacia el exterior a través de los ya anteriormente referidos nuevos cuerpos laterales simétricos atravesando el inmueble “como una vía de tren atraviesa la marquesina de una estación”. En lo que respecta al acceso principal é
ste se sitúa en la zona ocupada en el pasado por el andén. Se contempla aquí y dado que se trata de los muros perimetrales originales del edificio principal de la antigua estación, el mantenimiento de los grabados situados sobre los dinteles de los vanos de la planta baja y vinculados a la antigua función del edificio (jefe de estación, sala de espera…). También se preveía el mantenimiento del zócalo de cantería presente en estos paramentos, así como la recuperación de los “huecos originales, actualmente convertidos en ventanas[1]”. A modo de pórtico de la entrada principal se proyectaba una pérgola con elementos vidriados en su frente. Aprobado el proyecto éste se comenzó a materializar en el verano de 2006 con las obras de vaciado del edificio.
En diciembre de 2007 se presenta el Proyecto modificado nº 1 al de “Obras de Rehabilitación y Ampliación de la Antigua Estación de Cornes para la Casa del Asociacionismo Vecinal”. Tiene éste como objeto el introducir ciertas modificaciones con respecto al proyecto de Antonio Pena Rey, las cuales afectaban sobre todo a las mediciones y a la introducción de “las unidades nuevas necesarias para (...) complementar el proyecto vigente. En e
l apartado 2 de la memoria y titulado "Justificación de las obras" podemos leer que “comenzadas las obras se pudo observar que las dimensiones del edificio existente no coincidían exactamente con las del proyecto vigente, situación que motivó aumentos puntuales en las demoliciones”. Al respecto de éstas últimas en el capítulo 2 del proyecto se hace hincapié en “la necesidad de realizar demoliciones más cuidadosas” y de la “forma más segura posible, frente a los trabajos y la conservación de las fachadas de la antigua estación”.
Finalmente y tras diversos avatares que prolongarían la obra en el tiempo a lo largo de tres años, el edificio de la antigua estación ferroviaria de Cornes acogería su primer acto ya como Casa das Asociacións el día 24 de marzo de 2009, contando con la presencia, entre otras autoridades municipales, del alcalde de Santiago Xosé Antonio Sánchez Bugallo.
En el año 2005 el arquitecto Antonio Pena Rey presenta, previo encargo realizado por el Ayuntamiento de Santiago de Compostela, un proyecto de rehabilitación y ampliación de la antigua estación de ferrocarriles de Cornes para convertirla en Casa das Asociacións. En este momento (año 2005) y según se recoge en el dossier del proyecto de ejecución para dicha intervención, el edificio estaba ocupado por siete viviendas, cuatro en la planta baja y tres en la primera, viviendas que por otra parte se encontraban en muy distinto estado de conservación. A su vez se califica de malo el estado de los forjados de hormigón y del entramado de madera que conformaban la estructura horizontal así como la cubierta de madera, amén de la estructura de la cubierta de teja a dos aguas que cubría el cuerpo central del edificio.
Dentro de las necesidades qu
En su proyecto Antonio Pena Rey plantea una renovación in
En diciembre de 2007 se presenta el Proyecto modificado nº 1 al de “Obras de Rehabilitación y Ampliación de la Antigua Estación de Cornes para la Casa del Asociacionismo Vecinal”. Tiene éste como objeto el introducir ciertas modificaciones con respecto al proyecto de Antonio Pena Rey, las cuales afectaban sobre todo a las mediciones y a la introducción de “las unidades nuevas necesarias para (...) complementar el proyecto vigente. En e
Finalmente y tras diversos avatares que prolongarían la obra en el tiempo a lo largo de tres años, el edificio de la antigua estación ferroviaria de Cornes acogería su primer acto ya como Casa das Asociacións el día 24 de marzo de 2009, contando con la presencia, entre otras autoridades municipales, del alcalde de Santiago Xosé Antonio Sánchez Bugallo.
[1] La “recuperación de los huecos” se aplicaría no sólo en el piso inferior sino también en el superior, aún cuando en éste último siempre hubo ventanas, tal y como lo atestiguan los planos originales del edificio de la estación así como fotografías de la época.
*Del texto y las fotografías: Rafael F. Fuentes
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