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La historia de la estación de Cornes arranca el día 15 de septiembre de 1873, momento en el que se inaugura la primera línea ferroviaria de Galicia: Cornes-Carril. Contando con el apoyo del Ayuntamiento Constitucional de Carril y de la Sociedad de Amigos del País, la concesión fue otorgada el 7 de Abril de 1.861, y transferida a la Compañía que había de explotarla el 8 de Agosto de 1.863, constituida bajo el nombre de Sociedad del Ferro-Carril Compostelano de la Infanta Doña Isabel. En 1.880 se hizo cargo de la Gerencia otro inglés, Mr John Trulock, y en 1.886 cambió de nombre por el de "The West Galicia Railway Company", trasladando su domicilio social y el Consejo de Administración a Londres, aunque la Gerencia permaneció siempre en Vilagarcía.
Pero el emplazamiento de la estación en Cornes no estuvo exento de polémica. Así, por documentación fechada en 1863 se proyecta emplazar las instalaciones ferroviarias en la Rapa da Folla. Diez años después se acuerda el situar la estación “provisionalmente” en Cornes. Se construye entonces una caseta de madera de planta baja destinada a servir como refugio de pasajeros. Hay que decir que Cornes estaba situado en el Conjo (en la actualidad Conxo), municipio independiente hasta 1923 del de Santiago. La gran distancia existente en aquel momento entre la estación y el centro histórico compostelano fue uno de los problemas achacados a las nuevas instalaciones. En 1908 se dice al respecto “de la caseta de madera que se destina para la estancia de los viajeros y para la facturación y entrega de equipajes y mercancías” que “en aquel local todo es reducido, viejo y antiestético”. A su vez en este mismo momento se insta a la empresa “The West Galicia” a que cumpla con “la obligación de construir la estación dentro del término municipal de Santiago y en el lugar que técnicamente está señalado” (esto sería en el Hórreo). Ya en 1910 y con la intención de reducir la distancia entre Santiago (entiéndase la zona histórica) y Cornes se plantea la posibilidad de construir una línea de tranvía “cuyo emplazamiento terminará en la Fajera”. Los problemas continúan y ya en un pleno municipal fechado el 9 de marzo de 1914 se recuerdan los “cuarenta años de luchas para el emplazamiento definitivo de la estación de Santiago”. El grado del conflicto es tal que en ese mismo año de 1914 varios vecinos del lugar de Cornes y de las calles de Campos de San José, San José, Avenida del Cardenal Payá, Campos del Cardenal Payá (todos ellos en Conjo) solicitan al alcalde compostelano que estos lugares sean segregados de su legítimo ayuntamiento para anexionarse al de Santiago con el fin de que la estación de Cornes quedase integrada dentro de dicho término municipal. En abril se pide opinión a los “Sres. Presidentes de los Centros considerados como representación de las fuerzas vivas de la localidad” acerca de la propuesta vecinal. Es interesante la respuesta del director del periódico El Eco de Santiago, quien afirma que con ello “no cambiarán los términos del problema (…) no se trata de que se levante (la estación) en el término municipal de Santiago, sino en el punto por la Ley señalado como más conveniente a los intereses locales”. Ya en septiembre de 1919, en los borradores de la instancia dirigida al Excmo. Sr. Ministro de Fomento para que dictase orden a fin de que la empresa The West cumpliese la obligación de emplazar la estación del ferrocarril en el lugar denominado Horreo se lee: “Las dependencias de madera que, paradójicamente se denominan estación y almacén, son tan reducidas como antiestéticas; pugnan con las reglas más elementales de la comodidad y de la higiene; constituyen forzoso y grave peligro para la seguridad del público y para el buen estado de conservación de las mercancías, y dan motivo (…) para que la censura y la protesta se exteriorice contra un pueblo que, por muchas y fundadas razones, está considerado como punto cardinal del turismo (…). Santiago (…) no puede aun a estas fechas (1919) hacer figurar su nombre entre los de las poblaciones dotadas de comunicación ferroviaria”. Finalmente es en torno a 1920 cuando se decide el emplazamiento definitivo de la estación ferroviaria en Cornes, aún cuando este lugar sigue perteneciendo al ayuntamiento de Conjo. Este hecho trae consigo la demolición de la vieja caseta de madera y la construcción de un edificio edificado en mampostería, ladrillo y hormigón (otras fuentes apuntan sin embargo a un incendio fortuito como causa de la desaparición de la caseta de madera, obligando la necesidad a la rápida edificación de un inmueble más sólido).
Hola:he encontrado tu blog buceando sobre el Compostelano;empece hace 20 años y ya es hora de que termine su historia. Muy interesante lo de la estación. Si tienes alguna pregunta o dato,por favor,utiliza mi correo: cfdecor@terra.com
ResponderEliminarSaludos.
Atte.F.Alonso